Diseñada por Gensler, el recientemente finalizado Shaghai Tower es el segundo rascacielos más alto del mundo y el primero en China, según la CTBUH (The Council on Tall Buildings and Urban Habitat). Con 632 metros de alto, se convierte en el tercer edificio del mundo en superar los 600 metros, conocidos como megatall (mega-alto).
Esta reciente adición al salón de los edificios altos se suma a la ya sostenida tendencia de Oriente: tras 41 años, la Willis Tower en Chicago (mejor conocido como Sears Tower) salió del top ten, en un ránking ya dominado por Asia y Medio Oriente. Y el escenario para la torre de Chicago no mejora, ya que CTBUH proyecta que en menos de 5 años, la torre incluso saldrá del listado de los 20 edificios más altos del mundo.
Los diseñadores de la Shanghai Tower esperan que este proyecto sea la materialización de un nuevo tipo de rascacielos. Su forma en espiral señala simbólicamente la consolidación económica de China, pero también asegura un 24% de ahorro en carga estructural al compararse con un edificio de forma paralelepípeda y de la misma altura.
Su programa "es único por estar organizado en nueve zonas verticales. Cada uno de estos 'barrios verticales' tiene su base en un atrio ajardinado que crea una sensación de comunidad y apoya la vida diaria con un variado programa para residentes y visitantes", escribió al respecto la CTBUH.
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